A Porsche la fórmula GTS le ha funcionado muy bien. Prácticamente una cuarta parte de los 911 que se matriculan en todo el mundo llevan el acrónimo de Gran Turismo Sport grabado en los faldones laterales y en la zaga, diciéndole al mundo que representan al 911 ‘con mayúsculas’.
El primer Porsche con apellido deportivo fue el 904 Carrera GTS de 1963. Después se aplicó a los 924 y 928
en los 80 y fue en el 2004 cuando reapareció ya en la gama moderna
(curiosamente en el Cayenne). Ahora llega por segunda vez al 911, en su
generación 991, para elevar las cotas de deportividad del Carrera S
hasta niveles cercanos al del GT3… pero con una capacidad para usarlo a diario.
La receta GTS ya la conocéis de otros modelos de la gama Porsche. Actualmente tanto el Panamera, como el Boxster, el Cayman y el Cayenne cuentan con estas versiones en su catálogo y sus rasgos son comunes a todas ellas: potencia extra (30 caballos adicionales en el 911), un chasis más enérgico (con carrocería rebajada en 10 mm y suspensión activa PASM de serie) y estética diferenciada
(paragolpes delantero específico, llantas forjadas de 20” heredadas del
Turbo S pintadas en negro, el color que también se usa para la rejilla
del capó motor y los emblemas del modelo). En resumen, más prestaciones
y, sobre todo, más emoción.
Toda la gama 911 Carrera GTS:
carrocerías cabrio y coupé, caja de cambios manual de siete velocidades o
PDK y propulsión trasera o integral. Para recorrer las 70
millas que separan Pasadena de la pista elegimos el 911 Carrera 4 GTS
Cabrio PDK, con el que disfrutar de las benignas temperaturas de la
costa oeste americana y del paisaje del parque natural que rodea L.A. En
su interior, encontramos un volante tapizado en Alcantara,
el mismo material que recubre el pomo del cambio y el freno de mano, la
parte inferior del salpicadero, los paneles de las puertas y la zona
central de los asientos deportivos con el logo GTS en los reposacabezas integrados.
Tanto el cambio manual como el PDK (cuyo sobreprecio es de 4.725
euros) son opciones muy buenas incluso para una prueba en circuito. El sistema de punta-tacón automático
de la caja manual funciona a las mil maravillas y la de doble embrague
es muy rápida en la pista y confortable cuando rodamos a ritmos
tranquilos. Esta última consigue mejorar ligeramente las prestaciones y los consumos que, por cierto, no varían respecto al Carrera S pese a la potencia adicional.
El Porsche 911 Carrera GTS tiene un precio de arranque de 135.339 euros, unos 14.000 más que un Carrera S,
con un equipamiento que incluye de serie, además de los detalles ya
mencionados, el paquete Sport Chrono, faros bixenon dinámicos, unos
preciosos retrovisores SportDesign, climatizador bizona, asientos con
reglaje eléctrico o la pantalla central táctil de 7”. Pero lo más
importante es que la emoción también viene de serie.